El elefante Max, el huérfano de diez meses y ciento cincuenta kilos, cuyo rebaño fue asesinado hace unas semanas en la frontera entre Chad y Camerún, está en la segunda semana en la custodia de voluntarios en Beré. Sus principales rescatadores – el piloto Gary Roberts de EE.UU. y su esposa Wendy – le cuidan de día y noche, y finalmente tienen un refuerzo, una experta de elefantes de Malawi, Jenny. Mediante la observación de elefantes en sus habitats naturales, se descubrió que los bebés elefantes pasan los primeros años el 90% del tiempo muy próximos a sus madres. Tratamos de simular para Max las condiciones naturales tanto como es posible y así no lo dejamos ni un minuto solo. Jenny va aún más allá y en su presencia siempre está en “cuatro patas”!

A pesar de todo el cuidado y esfuerzo el elefantito sigue siendo débil y varias veces se le daba por goteo (en una vena en el interior de la oreja), para levantarlo otra vez. Estuvo varios días sólo en el monte, y esto sumado a las malas condiciones en el pueblo, donde la gente le estaba alimentando con arroz con leche de vaca, hizo su trabajo. Max todavía no puede recuperarse de la diarrea fuerte. Las heridas y cicatrices en varios lugares de su lindo cuerpo peludo afortunadamente empiezan a curarse. Pero los 15 – 20 litros de leche requeridos al día Max aún no los toma y se nota. Durante el calor sofocante del mediodía tiene que hacer mucho esfuerzo para quedarse sobre las cuatro piernas y los baños de barro fresco, donde Max siempre se revuelca adecuada y voluptosamente, son sólo un estímulo temporal. Por ahora no podemos ni pensar en el transporte al parque nacional Zakouma. Es necesario que Max esté antes de su transporte absolutamente en buenas condiciones.

Las cicatrices en el cuerpo de Max poco a poco se mejoran.

Otro goteo intravenoso, ojalá que ya no sea necesario, pero siempre está a la mano.

Mientras en Zakouma los protectores tratan de garantizar la seguridad a más de cuatrocientos elefantes, que habitan el parque. El plan es que Max esté bajo cuidado humano los primeros años, hasta que crezca y sea capaz de independizarse, en cuidado humano en la zona de la estación del parque y luego será soltado en libertad. Idealmente en un grupo de varios elefantes machos solteros, que en la temporada seca vagan cerca de la estación y casi todos los días vienen a beber agua de un estanque al lado de casa de Rian, el director del parque, y su esposa Lorna. Aparte de estos elefantes solitarios, los otros elefantes del parque se juntan a unos grandes rebaños en esta temporada seca. Yo tuve la suerte de estar en el aire justo en el momento cuando todos los 380 elefantes juntos estaban travesando la sabana abierta. En la foto – segmento de vídeo grabado – tal vez no parece a la primera vista, pero realemnte hay casi 400! Todos aquí esperamos que un día Max vaya a competir por el favor de una de las muchas hembras de este rebaño. Aquí en Zakouma ya será en la seguridad, nuevo liderazgo y el apoyo del gobierno que ojalá se encargará de buena protección para todos los elefantes, y las masacres, que pasaban aquí hace unos años, serán solo una cosa aterradora del pasado.

380 elefantes en el Parque Nacional Zakouma!

Todavía en el 2006 en el parque habitaban más de 4.000 elefantes. Pero una concentración tan grande de elefantes fáciles de cazar y mal protegidos, atrajó a los grupos profesionales de cazadores de Sudán y empezó un infierno que duró más de tres años. Los cazadores en sus caballos y con metralletas eran los visitantes diarios en el parque y los protectores mal armados y entrenados no podían hacer nada contra ellos. Incluso algunos estaban metidos al comercio con el marfil también, así como los funcionarios y políticos locales. Mucha gente había ganado pasta con el sufrimiento de los elefantes. En tan sólo tres años, los cazadores lograron de exterminar el 90% de la población de elefantes y en el parque quedaron unos 500 animales! En ese momento, el gobierno comenzó a participar en el problema, mandó el ejército a la zona y lo más importante, el mantenimiento del parque se quedó en las manos de los profesionales de African Parks, que lograron expulsar a la mayoría de los cazadores y empezaron a proteger con éxito a los elefantes supervivientes. En los últimos años aparecen sólo unos pocos casos de la caza por año y, por lo tanto, los elefantes están en el parque relativamente asegurados. El riesgo aumenta durante la temporada de lluvias, cuando el parque entero está bajo el agua y los elefantes emigran hacia el norte y el sur a las zonas más favorables. Así se encuentran dispersos en pequeñas manadas en una zona enorme y es casi imposible vigilarlos y protegerlos.

El numero de los protectores este año aumento con 30 nuevos reclutas. De 150 candidatos el parque eligió 30, que después han pasado por un entrenamiento intensivo de tres meses. De la formacion se encargo un miembro retirado de la policia especial francesa y SWAT, Patrick, que les enseño bajo el ardiente sol africano la disciplina, la lengua de signos, los traslados en el terreno y todo lo que necesitarán en la lucha contra los cazadores. Por el entrenamiento pasaron también varios familiares – hijos y hermanos – de seis protectores, que fueron asesinados el año pasado por cazadores de Sudán. Los protectores pasaban la noche al norte del parque y controlaban a los elefantes, fueron asesinados un día en Septiembre temprano por la mañana mientras rezaban. Uno de los asesinos fue detenido hace poco y su interrogatorio trajo más información a este pavoroso caso.

Los protectores recién formados ya estan animados de trabajar en el terreno. Van a utilizar caballos, motos – y en el futuro tambien en bici! Por eso estoy aquí, para enseñarles y entusiasmarlos!

Este joven perdio en el incidente del año pasado a su padre. Aun asi, o justo por eso, elegio unirse a los protectores este año. Mucha suerte!

Patrick Dubosq, miembro de fuerzas especiales SWAT, entrenador francés con experiencia en Arabia Saudita, Kosovo y Haití. A su lado se sienta Satangar, un protector del parque desde hace mucho tiempo y un gran amante de los leones. Abajo el burro. A el los leones no le gustan tanto…!

Juntos, por un mundo mejor 🙂

Con el monitoring y la protección de los elefantes deben ayudar los collares de radio con GPS, los cuales se ponen a unos elefantes en el rebaño , para que sea posible seguirlos. En abril de este año asistí  cuando les ponian los collares.. Un alemán Artur, originario de Kazajstán, sobrevoló una manada de elefantes en el avion y guió varios coches en la dirrecion correcta. Cuando llegamos a una distancia muy cercana a la manada, que justo estaba descansando del calor del mediodia bajo los árboles, se acercaron solamente el veterinario Pete con mucha experiencia y tranquilizantes con el dardo adormecedor y Satangar, simpático chadeño con su kalashnikov al hombro, por si casualidad algo salía mal. El resto de nosotros esperamos unos minutos con impaciencia al lado de los coches y tratábamos de imaginar que estaba pasando detrás de la pared de los arbustos espinosos. El piloto Artur con los ayudantes siguió haciendo circuitos pequeños encima de los elefantes. Despues escuchamos del transmisor portátil un emocionado „Dart in“ (= flecha dada en el blanco) de Pete, subimos a los coches y empezo una furiosa marcha por el arbusto espinoso hacia el elefante marcado. En el camino recogimos a Pete y Satangara y según las instrucciones del aire de Artur nos dirigimos hacia el rebaño de elefantes huyentes. La gente en el aire vio a una hembra que comenzó a retrasarse y poco a poco tambalearse. La sustancia adormecedora empezo a tener efecto.

Solo un par de los elefantes mas proximos a ella se quedaron, los demas por suerte se fueron. En ese momento ya la vimos tambien, justo cuando bramando se caia al suelo. Los otros elefantes se asustaron con nuestro coche y se fueron, asi que teniamos paz y seguridad para trabajar rapido. Teniamos que trabajar rapido porque la elefante no estaba de costado, sino se quedo medio apoyada a una acacia en la posicion de Esfinge,en barriga y pecho. En esta posicion los elefantes no pueden respirar y en tres o cinco minutos se habrían sofocado por su propio peso. Rápidamente sacamos cuerdas, le atamos con ellas las piernas del elefante y luego yo-ho-ho y veinte personas lograron revolver la giganta correctamente a su costado. Despues podriamos implementar el collar. Estará transmitiendo dos años. Este año pusieron collares a dos elefantes, una hembra y un macho. A otros dos elefantes se lo pondran fuera del parque, por el lejano lago Chad. De eso más en el próximo reportaje!

Antes de ponerle el collar al elefante con Markéta Antonínová, una protectora checa, trabajando ya años en Africa – en R.D. Congo, Senegal y ahora en Chad.

El collar puesto, ahora solo hay que pincharle antídoto y el elefante estará de pie en un minuto!

Aparte de los humanos, los elefantes tienen muy pocos enemigos. Uno de ellos es el león. Los pequeños elefantes bebés no están seguros aun con la proteccion de los adultos. Margaret Antonínová dice, que en el pasado cuando en el parque habían más de 4.000 elefantes, los leones se especializaban en bebés elefantes y junto con bebes de jirafas eran su alimento principal. Este año pusieron los collares a cuatro leones en el parque! Como se efectúa esto? Lo explico muy brevemente – se elige el sitio ideal, por la tarde se sale al terreno con una Toyota, en la carrocería se ponen altavoces con los gritos de un búfalo muriendo, durante unos kilómetros se tira de una cuerda tras el coche un burro muerto para que deje un rastro de olor. En el destino final se ata el cadaver del animal a un arbol y despues se espera con el ruido de altavoces. Muy a menudo vienen primero las hienas, a las cuales hay que ahuyentar para que no coman todo antes de que llegue el rey de la sabana. Por lo general, dentro de unas pocas decenas de minutos ya están en la escena tambien los leones! El coche esta a unos 20, 10 o incluso menos metros de distancia y así el doctor Pete Morkel tiene una buena oportunidad de apuntar con precisión. Una vez que los leones empiezan a comer, Pete selecciona al león más adecuado de todos y le da en el blanco con una flecha. El leon grita un segundo, da un salto, pero normalmente vuelve rapido a la cena y muchas veces se duerme con la boca enterrada en las entrañas de la presa. Luego hay que ahuyentar a los leones restantes y mientras tanto poner el collar y mantenerlos en una distancia segura. El leon dormido se carga al coche y se lleva unos cientos de metros lejos. El collar se pone en unos minutos, se toman fotos para la identificacion de todos los lados (centrandose especialmente en la nariz y la boca, que son las claves en la determinacion). Luego se espera. No existe ningun antídoto apropriado para la inyección adormecedora para leones, así que hay que esperar hasta que el suero se disipare. A veces tarda muuuucho tiempo! Por lo general, después de dos horas el león se despierta y paseando como un borracho vuelve al lugar del resto de su grupo. Normalmente ya no encuentra nada de comer, ya que los lones se comieron la carne y las hienas los huesos, pezuñas, e incluso la cuerda de nylon impregnada de sangre, con la cual era el burro atado al árbol!

Que aproveche y hasta la próxima!

Pete, veterinario de Zimbabwe y el organizador principal de los collares con uno de los cuatro leones que este año adormeció.

Este leon aun durmiendo se estaba moviendo todo el tiempo y gruñiendo, asi que la hacha estaba en la mano por si acaso…

Alguna vez te preguntaste que olor les sale a los leones de la boca? Ninguno! Realmente muy fresco y para nada un olor de carne o de carroña. No me lo crees? – prueba!